
Salario Mínimo, Vital y Móvil en Argentina: Evolución y Perspectivas
El Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) es una herramienta fundamental en la política laboral argentina, diseñada para garantizar un ingreso mínimo a los trabajadores y servir como referencia en diversas prestaciones sociales.
A lo largo de los años, su evolución ha estado marcada por ajustes periódicos que buscan mantener el poder adquisitivo frente a la inflación y las cambiantes condiciones económicas.
Definición y Propósito del SMVM
El SMVM establece el piso salarial que debe percibir cualquier trabajador en el país por una jornada laboral completa.
Además de asegurar un ingreso mínimo, este salario sirve como valor de referencia para definir algunas prestaciones sociales y los límites para el pago de impuestos como el de Ganancias.
Evolución Histórica Reciente
En los últimos años, el SMVM ha experimentado incrementos significativos, aunque en muchos casos insuficientes para contrarrestar la alta inflación.
Por ejemplo, en octubre de 2020, el salario mínimo se fijó en 18.900 pesos, representando un aumento del 12% respecto al valor anterior.
Para enero de 2025, el salario mínimo mensual se estableció en 286.711 pesos para trabajadores mensualizados que cumplen una jornada laboral completa, mientras que para los trabajadores jornalizados, el valor se fijó en 1.434 pesos por hora.
Impacto de la Inflación y el Poder Adquisitivo
A pesar de los incrementos nominales, el SMVM ha sufrido una disminución en términos reales debido a la persistente inflación.
Por ejemplo, en julio de 2024, el valor del SMVM se ubicó en 254.231,91 pesos, lo que implicó una caída del 34,1% en términos reales en comparación con el mismo mes del año anterior.
Esta erosión del poder adquisitivo ha generado debates sobre la eficacia de los ajustes salariales y la necesidad de implementar políticas complementarias para proteger a los trabajadores de menores ingresos.
Debates y Perspectivas Actuales
Recientemente, el gobierno argentino ha cuestionado la efectividad del SMVM, argumentando que puede limitar la contratación de personas dispuestas a trabajar por salarios inferiores.
Esta postura ha generado controversia, especialmente en un contexto donde la inflación y la recesión económica afectan a los sectores más vulnerables.
Por otro lado, se han registrado protestas de jubilados y otros grupos sociales en respuesta a decisiones gubernamentales que consideran perjudiciales para sus ingresos, evidenciando la tensión entre las políticas de ajuste fiscal y las necesidades de la población.
El SMVM es una herramienta esencial para garantizar un ingreso mínimo a los trabajadores argentinos.
Sin embargo, su efectividad depende de ajustes que reflejen las realidades económicas y de políticas integrales que aborden las causas subyacentes de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.
Es crucial que el diálogo entre el gobierno, empleadores y sindicatos continúe para asegurar que el SMVM cumpla su propósito de proteger a los trabajadores y promover la equidad social.
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