
Por qué no busco un rhema de Dios para mi vida y qué significa realmente
La búsqueda de la voluntad de Dios es un anhelo común en la vida cristiana.
Muchos creyentes desean recibir una palabra específica del Señor que guíe sus decisiones y les revele su propósito divino.
En este contexto, el término rhema de Dios se ha popularizado como una expresión de la revelación personal que Dios puede dar a cada persona en un momento específico.
Sin embargo, es importante reflexionar sobre por qué no busco un rhema de Dios para mi vida y comprender el verdadero significado de esta palabra en la Escritura.
La interpretación del concepto de rhema ha generado diferentes posturas dentro del cristianismo.
Algunos lo ven como una revelación espontánea que el Espíritu Santo deposita en el corazón, mientras que otros lo consideran un enfoque subjetivo que podría alejar a los creyentes de la enseñanza completa de la Palabra de Dios.
Antes de asumir que la búsqueda de un rhema es el camino correcto, es esencial profundizar en lo que realmente significa y cómo se aplica en la vida cristiana.
Qué significa la palabra rhema en la Biblia
En el Nuevo Testamento, la palabra griega logos se usa para referirse a la totalidad de la revelación divina, la enseñanza establecida en las Escrituras y, en algunos casos, a Jesucristo mismo.
En cambio, rhema se emplea para describir una expresión específica o una palabra hablada en un momento determinado.
El problema surge cuando se interpreta el rhema como una revelación privada independiente del contexto bíblico.
Algunos creyentes esperan recibir un mensaje único y personalizado sin estudiar la Palabra escrita, lo que puede llevar a interpretaciones erróneas y decisiones basadas en emociones más que en principios bíblicos sólidos.
Ejemplos de rhema en la Escritura y su verdadera aplicación
En la Biblia, el término rhema aparece en diversos pasajes que muestran su significado real.
En Lucas 1:38, María responde al ángel Gabriel con las palabras: "Hágase conmigo conforme a tu palabra (rhema)", indicando la aceptación de una instrucción específica de Dios.
En Efesios 6:17, Pablo menciona que la espada del Espíritu es la Palabra (rhema) de Dios, haciendo referencia a cómo el creyente puede aplicar la Escritura en momentos específicos de lucha espiritual.
Esto demuestra que el rhema no es un mensaje subjetivo, sino la aplicación puntual de verdades ya reveladas en la Biblia.
Por qué algunos buscan un rhema de Dios en lugar de confiar en la Palabra escrita
Muchas personas anhelan recibir una palabra directa de Dios porque buscan dirección en situaciones de incertidumbre.
La idea de un rhema personal puede parecer atractiva porque promete claridad sin necesidad de un estudio profundo de la Biblia.
Sin embargo, este enfoque puede llevar a depender más de experiencias subjetivas que de la guía objetiva de la Escritura.
Dios ya ha revelado principios y mandamientos a través de la Biblia que son suficientes para orientar la vida del creyente.
En lugar de esperar un mensaje nuevo y específico, la clave está en aplicar lo que ya ha sido enseñado en la Palabra de Dios.
El riesgo de depender de emociones en la interpretación del rhema
Cuando un creyente se enfoca en recibir un rhema personal, corre el peligro de basar su relación con Dios en sentimientos o experiencias momentáneas.
Si bien Dios habla al corazón de sus hijos, su revelación nunca contradice lo que ya ha establecido en la Biblia.
La Biblia advierte sobre el riesgo de confiar en el corazón humano sin discernimiento. Jeremías 17:9 dice: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?".
Esto significa que buscar un rhema sin considerar el contexto bíblico puede llevar a interpretaciones equivocadas y decisiones basadas en emociones pasajeras.
Cómo buscar la voluntad de Dios sin depender de un rhema subjetivo
La mejor manera de entender lo que Dios quiere para la vida de cada persona es a través del estudio profundo de la Escritura.
En 2 Timoteo 3:16-17 se afirma que "Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra".
Esto muestra que no es necesario esperar un mensaje especial para cada situación, sino que la Biblia ya contiene los principios necesarios para tomar decisiones sabias.
Quien dedica tiempo a estudiar la Palabra desarrolla un entendimiento más claro de la voluntad de Dios sin necesidad de depender de mensajes subjetivos.
La oración como medio para recibir dirección sin depender de una revelación extra-bíblica
La oración es fundamental para discernir la voluntad de Dios, pero siempre debe estar alineada con lo que ya ha sido revelado en la Escritura.
Filipenses 4:6-7 dice: "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús".
Esto significa que Dios responde a la oración y da paz a sus hijos cuando buscan su dirección, pero esa guía nunca estará en contradicción con la Biblia.
La oración y la meditación en la Escritura deben ir de la mano para evitar depender de mensajes subjetivos sin fundamento bíblico.
El verdadero significado de confiar en la dirección de Dios
Vivir bajo la dirección de Dios no significa esperar señales o revelaciones extraordinarias.
La verdadera madurez espiritual consiste en aplicar los principios bíblicos a cada área de la vida cotidiana.
Proverbios 3:5-6 enseña: "Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas".
Esto indica que Dios dirige el camino de quienes confían en Él sin necesidad de depender de experiencias subjetivas.
El creyente que camina en obediencia a la Palabra experimenta la guía de Dios de manera constante, porque sus decisiones están fundamentadas en principios eternos y no en emociones momentáneas.
La suficiencia de la Biblia para cada etapa de la vida
La Biblia es suficiente para cada aspecto de la vida cristiana.
Hebreos 4:12 declara: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón".
Esto confirma que no se necesita un rhema especial para tomar decisiones, porque la Palabra de Dios ya tiene el poder de guiar, corregir y transformar.
En lugar de buscar una revelación personalizada, el creyente debe aprender a aplicar lo que ya ha sido revelado en la Escritura.
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