¿Qué clase de animal es un tejón?

El tejón común, pertenece a la clase de los mamíferos y a la subfamilia de los mustélidos.

El tejón común está muy extendido por toda Europa, y en Francia se lo encuentra sobre todo en las Ardenas, donde no hace mucho todavía, como en Bélgica, se le hacía pelear, en campo cerrado, contra el perro.

Los mustélidos comprenden, en efecto, todos esos mamíferos que el hombre daba caza y sigue atrapando aún implacablemente porque su piel es muy cara.

Aunque la piel del tejón no iguala en valor a la de la nutria, la cebellina, el armiño,la marta y el turón, es muy apreciada porque se utiliza para la fabricación de pinceles y brochas la piel es buscada también por los silleros para guarneceras monturas más elegantes y confortables.

La carne de este animal es igualmente muy apreciada en ciertos países.

Índice
  1. ¿Cuáles son las características del tejón?
  2. ¿Dónde vive el tejón?
  3. ¿Qué comen los tejones?
  4. ¿Cómo se defiende el tejón?
  5. ¿Dónde se esconden los tejones?

El aspecto de este mamífero no es agradable.

  • Su cuerpo robusto no es muy estético.
  • Raramente excede los 80 centímetros.
  • Su pequeña cola rugosa tiene de 15 a 20 centímetros de longitud.
  • El tejón tiene el lomo grisáceo.
  • Su vientre, su pecho y sus patas son de color negro.
  • A cada lado del hocico tiene dos franjas negras.
  • Las patas son cortas y robustas.
  • Las patas delanteras tienen garras, que le sirven para cavar la tierra.

¿Dónde vive el tejón?

El tejón lleva vida nocturna. Teme la luz, y durante el día permanece echado en su profunda madriguera; no saldrá de ella hasta el atardecer, para buscar su comida.

Es temeroso por naturaleza, poco sociable y agresivo.

Durante la estación fria cae en letargo, pero, contrariamente a muchos de sus congéneres, su sueño no es permanente.

Despierta con frecuencia, y entonces se aventura fuera de la madriguera. Sus movimientos parecen lentos y torpes.

Sin embargo, no es raro verlo desplazarse con gran rapidez, sobre todo en los alrededores de su vivienda.

Trepa a los árboles con agilidad y es también un excelente saltarín.

¿Qué comen los tejones?

Ordinariamente el tejón es carnívoro:

  • Gusanos.
  • Larvas subterráneas.
  • Moluscos.
  • Insectos.
  • Ratas.
  • Reptiles.
  • Anfibios.

A veces, obligado por el hambre sobre todo durante los breves despertares del invierno, penetra en los gallineros.

Esto ocurre raramente y en condiciones de absoluta seguridad, porque el tejón es muy desconfiado.

A falta de algo mejor, se alimenta de:

  • Bayas.
  • Tubérculos.
  • Raíces.
  • Uvas. 
  • Carroñas.

Puede decirse, pues, que el tejón es omnívoro.

Aunque insaciable, este extraño animal puede soportar largos períodos de ayuno sin alterarse.

No hablamos de los lentos días de letargo natural, tan comunes en el reino animal, y cuyas razones son fisiológicas, sino de los períodos de actividad, que van desde el mes de marzo hasta el de noviembre (hemisferio norte), durante los cuales el tejón es capaz de permanecer casi sin comer.

¿Cómo se defiende el tejón?

Más astuto que el zorro, el tejón elude con cuidado todas las trampas.

Cuando es perseguido, si alcanza la proximidad de su madriguera, se refugia en ella en seguida, y es muy difícil hacerlo salir sin perros especialmente adiestrados para esta clase de caza.

Lejos de su refugio, el tejón, incapaz de rivalizar en velocidad con sus perseguidores, se echa sobre el lomo y lucha ferozmente con sus uñas largas y fuertes y sus dientes acerados.

A menudo deja fuera de combate a tres o cuatro perros antes de sucumbir.

Tiene debajo de la cola una glándula que segrega un líquido viscoso y fétido, que le sirve para alejar a sus enemigos.

El tejón es muy valeroso. No vacila en enfrentar al zorro.

El tejón dedica cuidados muy especiales a la construcción de su madriguera.

Elige para cavarla la vertiente expuesta al mediodía de una colina solítaria y boscosa pero su principal preocupación es que en los alrededores se encuentre una gran piedra o un grueso bloque bien fijado al suelo.

Entonces comienza a cavar una especie de largo túnel, y en el fondo hace una pieza amplia de suelo bien apisonado y tapizado con musgo, que mantendrá con la más escrupulosa limpieza.

Allí viven o bien el macho solitario, o bien la hembra con sus pequeños; pero cuando crece la família, el espacio vital debe aumentar en la misma medida, y como todo el mundo debe respirar en el laberinto, construye numerosas tomas de aire, cuyas aberturas son muy estrechas.

Generalmente, una madriguera tiene tres o cuatro salidas, siempre muy alejadas entre sí. Dijimos que reina en ellas una gran limpieza.

El tejón es un higienista escrupuloso. Cambia el musgo de su madriguera dos veces por año: al comienzo de la primavera y cuando llega el otoño.

No es raro que otros animales aprovechen la madriguera del tejón: las liebres y las ratas se aventuran a veces en estos refugios, corriendo todos los riesgos y disponen allí su propio nido.

Sin embargo, el tejón está lleno de atenciones para algunos de sus visitantes.

Los pequeños roedores admitidos para compartir su madriguera se encuentran en ella perfectamente a salvo, como en una fortaleza, pues, aunque se ignora por qué extraña razón, el dueño de casa los recibe sin hacerles daño.

Pero cuando una liebre ha invadido su dominio, el tejón se retira a otro compartimiento, donde aguarda pacientemente que el intruso abandone el lugar.

Si se lo captura muy joven, el tejón se adapta con facilidad a la vida doméstica; vive entonces en la casa como un gato, siempre al acecho de cualquier alimento a su alcance.

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